En clase...
Para un docente de cualquier asignatura y que sea acompañante, su clase y planificación del día debe convertirse en la tarea más significativa, debido a que es allí, donde se puede transformar, fortalecer, enseñar, conocer a sus estudiantes.
Acontinuación te presentaré el desarrollo, en un aula de clase, de los procesos de enseñansa y aprendizaje, según la pedagogía Ignaciana. Ante todo, un orden de cada uno de los aspectos allí mencionados.
Es claro que no es el único esquema existente para ordenar los procesos en un aula, este es sólo uno entre muchos.
Toma de contacto: Cuando se habla de toma de contacto en la Educación Personalizada, se hace referencia a un momento especial con el cual se introduce en el día a día el proceso formativo, se puede resumir como un momento de encuentro, de motivación y contextualización del quehacer educativo. Esta dinámica y espíritu se hacen más fuerte si se tiene en cuenta que la toma de contacto es el despegue de un día cuya travesía debe ser prevista en términos de los espacios y los tiempos que lo rodean. La preparación de esta involucra docente, estudiante y realidad.
Prelección ignaciana: Ésta, parte de la metodología personalisada y de la tradición jesuítica donde era entendida como la presentación previa de un trabajo futuro. Cada clase tiene su prelección en la que conviene escribir en el tablero el plan de la clase de manera que al final podamos volver a referirnos a este plan para dejar clara la lógica interna y su coherencia. los estudiantes deben saber desde el principio, al comenzar a estudiar un tema, qué es exactamente lo que tienen que saber para demostrar que han dominado el tema propuesto. por ello, es importante que en la prelección se definan los objetivos con tanta precisión como sea posible. ello constituye el fin al que deben tender los estudiantes y, al mismo tiempo, son la norma que les sirve a ellos para juzgar el resultado práctico de su trabajo personal de aprendizaje. este momento necesita del docente, estudiante y espacios físicos.